LA ARTESANÍA DE ADRA Y DE ROQUETAS DE MAR
La artesanía de la Comarca de Poniente, al encontrarse en zona costera, se caracteriza por una larga tradición de cultura pesquera, así como también por la plantación de la caña del azúcar y su posterior producción.
Caña de azúcar
En el municipio de Adra se concentró, durante muchos siglos, una gran actividad de producción azucarera que fue introducida, a través de la Costa de Granada, por los musulmanes en el siglo IX, concretamente en Motril. Sin embargo, en Adra este fenómeno no se produjo hasta finales del siglo XVI.
La localidad de Adra constó de 4 importantes ingenios azucareros: La Gloria-San Nicolás (1872-1911), Hermanos García Carmona (1882-1884), Nuestra Señora de la Aurora (1884-1908) y, por último, la Azucarera Libre de Adra (1909-1970), fundada por los propios agricultores abderitanos y que perdurará hasta finales de los años 70 del siglo XX, cuando la fábrica dejó de producir azúcar de forma definitiva.
Harina
El Molino del Lugar juega un papel muy importante en la producción de este cereal, pues la población de Adra se abastecía de dicho artilugio para elaborar pan, un alimento muy presente en la mesa de los abderitanos.
Este molino hidráulico fue construido a principios del siglo XIX y movía 3 piedras simultáneamente con la fuerza del agua, algo insólito en la localidad. A mediados del siglo XX, fue electrificado y toda la molienda pasó a concentrarse en una piedra; el resto se inutilizó.
Conservas
Otros productos que han caracterizado a Adra durante mucho tiempo han sido las conservas. Su producción fue introducida por García Espí, construyendo a principios del siglo XX una fábrica de conservas vegetales sobre los restos de la antigua fábrica de azúcar, situada El Pago del Lugar. Destacó la fabricación del membrillo y del tomate.
Posteriormente y durante la Guerra Civil, se convirtió en una fábrica de conservas de pescado y pasó a estar en manos del gallego José Pita. Después de la Guerra Civil, el virgitano Joaquín Vázquez Vázquez la convirtió en una nueva fábrica de conservas vegetales y de pescado. Durante muchos años la empresa comercializó con dos marcas: Conservas Santa Isabel y Conservas JOVA. Ambas cesaron su actividad en el año 1996.
A pesar de no encontrarse operativas ninguna fábrica, se puede observar en El Pago del Lugar la torre de humos de lo que fue la vieja fábrica. Se trata de un resquicio que representa los años de esplendor industrial de la Comarca.