HISTORIA DE LA CIUDAD
Fundación, época romana, visigoda y musulmana
Barcelona fue fundada por los romanos a finales del siglo I a.C. bajo el nombre de Colonia Julia Faventia Paterna Barcino. Todavía quedan restos de su gran muralla defensiva, de más de 100.000 m2, una dimensión que da idea de la importancia que tenía en aquella época la ciudad. Anterior a los romanos, en el siglo IV a.C. en la zona había dos poblados íberos: uno en el monte del Taber, denominado Barcilo, Barcinom o Barkeno y posible origen del término Barcelona; y otro en el monte de Montjüic, llamado Laye, ocupado por los íberos layetanos.
Foto: Angela Llop (Wikimedia Commons). Licencia: CC BY-SA
En el año 415 Ataulfo, rey de los visigodos, se apoderó de Barcino y estuvo bajo su dominio durante tres siglos hasta que, en los años 717-718, cayó en manos musulmanas donde permaneció en ellas durante casi 200 años.
Condado de Barcelona
Tras la reconquista cristiana los francos fundaron el Condado de Barcelona, uniéndole en la Marca Hispánica dentro del Imperio Carolingio y gobernado por ellos durante un siglo. En el 878 se nombró a Wifredo el Velloso Conde de Barcelona e hizo que el condado adquiriese un papel principal sobre los demás condados catalanes.
Aunque sus sucesores fueron vasallos de los musulmanes, no evitaron numerosas razzias, siendo la más terrible en 985, llevada a cabo por Almanzor, que arrasó la ciudad. Borrell II se separó de los monarcas francos ya que no les habías ayudado en estas guerras.
Las uniones y desuniones con los condados vecinos fueron continuas por el vaivén histórico de herencias y pactos. En 1137 Ramón Berenguer IV se casó con Petronila, la hija de Ramiro II de Aragón, y el Condado de Barcelona se integró en la Corona de Aragón.
La unión con el reino de Aragón favoreció la expansión del Condado de Barcelona por toda Cataluña y Barcelona fue un centro económico y político muy importante del mediterráneo occidental.
El rey Jaime I fundó el municipio de Barcelona en 1249. La prosperidad se mantuvo hasta el año 1333, en que el hambre y la peste acabaron con miles de personas, y cuatro años más tarde la ciudad fue diezmada por la peste negra que siguió azotando durante los siglos XV y XVI.
En el siglo XV, Barcelona fue de en decadencia. Las subidas de precios y de salarios acabaron en una gran crisis económica. Se devaluó la moneda, el comercio exterior huyó hacia Valencia y la industria se paralizó. La “guerra de los remences”, campesinos contra sus señores, y la guerra con Juan II de Castilla, terminaron de arruinar la ciudad. Al finalizar el siglo XV se inició una época de ligera prosperidad para la ciudad.
Época Moderna y Revolución Industrial
Los siglos XVII y XVIII fueron nefastos para Barcelona. Las posesiones del Mediterráneo se habían perdido, y padeció las Guerras de Secesión y de Sucesión.
La Guerra de Secesión fue consecuencia de los impuestos que la Corona española impuso en sus territorios para pagar los gastos de la Guerra de los 30 años con Francia Debido a esto, los catalanes se sublevaron y apoyados por Francia iniciaron una guerra en la que los únicos vencedores fueron los franceses al quedarse con la mitad del territorio de Cataluña.
La Guerra de Sucesión enfrentó a media Europa, Borbones y Habsburgo, por la sucesión al trono español. La Corona de Aragón y Barcelona se inclinaron por los Habsburgo que les prometieron mantener sus fueros. En 1714, la lucha terminó con la caída de la ciudad en manos Borbónicas y supuso la pérdida de los derechos y privilegios de Cataluña y de los catalanes. .
Tras estas guerras, el comercio con América y con el resto de la península convirtió a Barcelona en una próspera ciudad. Se inició una etapa de recuperación cultural, la Renaixença, en la que la lengua catalana se renueva como lengua literaria.
Desarrolló una potente industria, principalmente textil, que llevó a miles de trabajadores a inmigrar a la ciudad. En 1848 se inauguró el primer ferrocarril, en 1859 se planeó el Ensanche, en 1886 se electrificaron los tranvías y, al final del siglo, se construyeron grandes avenidas, como Las Ramblas, y numerosos edificios civiles.
Barcelona sufrió la Guerra de la Independencia, las tres guerras carlistas, el Estado de Sitio de 1868, los disturbios de la I República, numerosas huelgas, barricadas y enfrentamientos. La llegada de la Restauración supuso un apaciguamiento de las tensiones sociales y, con ella, se inició una época dorada para la ciudad, en lo económico, artístico y monumental. En 1888, se celebraría la primera de las dos Exposiciones Universales que ha celebrado Barcelona.
Siglo XX y Actualidad
Uno de los arquitectos más destacados del siglo XX fue el catalán Antoni Gaudí, autor de obras tan conocidas como la Casa Milà (o Pedrera), la Casa Batlló o el templo de la Sagrada Familia.
A partir de 1909 se iniciaron dos décadas de gran prosperidad. El aprovisionamiento a las potencias en la Primera Guerra Mundial enriqueció a la burguesía barcelonesa. Al finalizar la guerra vino una época de crisis.